"-¿Por qué sólo cantas canciones sobre el invierno y la nieve?
-Pues no lo sé. Será porque aquí está oscuro y hace frío. Por eso sólo se me ocurren esas canciones -dije mientras subía-. Ahora te toca a ti.
-¿Te parece bien La canción de la bicicleta?
-Adelante -dije.
Una mañana de abril
monté en mi bicicleta
y por un nuevo camino
al bosque me dirigí.
Mi nueva bicicleta,
toda de color rosa,
el volante y el sillín
de color rosa,
hasta la pastilla de los frenos
de color rosa.
-Esta canción parece hecha para ti -le dije.
-Claro. Es que es mía. ¿Te gusta?
-¿Puedo oír cómo sigue?
-Por supuesto.
Para una mañana de abril
me encanta el rosa,
pues ningún otro color
es como el rosa.
Mi nueva bicicleta
y también los zapatos
son de color rosa.
El sombrero y el jersey,
de color rosa.
Los pantalones y las bragas,
de color rosa.
-Tus sentimientos respecto al rosa ya han quedado suficientemente claros. Ahora sigue -dije.
-Es que este trozo es esencial -replicó-. Oye, ¿sabes si hay gafas de color rosa?
-Me da la impresión de que Elton John llevaba unas.
-Hum... Bueno, dejémoslo correr. Voy a seguir."
El Fin del Mundo y Un Despiadado País de las Maravillas (Haruki Murakami)
No hay comentarios:
Publicar un comentario