sábado, 30 de enero de 2010

LOS ÁNGELES DE LA GUARDA



Caminábamos por una de esas calles sucias y estrechas del centro hacia alguna parte. Sin cambiar en nada el tono de la conversación, que a mi me seguía pareciendo tortuoso, y sin mirar hacia ningún otro sitio, me preguntaste: ¿Crees que existen los ángeles de la guarda? Me pilló desprevenida, como quien come palomitas, que precisamente tú, salieras con eso. Entonces no supe qué contestar. Supongo que en el fondo pensé que no hacía ninguna falta responder a alguien que hacía este tipo de preguntas que no me cuestionaba jamás.

Se sucedió un inquietante silencio. Levanté la vista hacia el cielo esperando las primeras gotas de lluvia justo en el mismo momento que un avión volaba por encima de nosotros. 

No son los que se van, terminé al rato. Creo que eso es lo triste, la gente que tiene una muerte temprana e injusta desaparece y no puede volver más, ni siquiera los recuerdos que tenemos de ellos les pueden acercar un poco. Es horroroso que simplemente ya no estén.
 
Me daba miedo seguir hablando pero como no me escuchabas, añadí: Pero si existieran, tenlo por seguro, creo que se parecerían a ti.

Eso fue lo que no te dije en aquel momento y lo que me siguió quemando por dentro durante mucho tiempo. Hoy, viendo una película, me he acordado, y los recuerdos eran tan vivos que he sentido que nada había cambiado, con una salvedad: es imposible que vuelva a ser igual. 

Igual que aquel avión, hemos dejado muy lejos el aeropuerto y la torre de control, volamos entre la neblina, las nubes y el frío invernal. Quizás sea el momento de responder a tu pregunta.

jueves, 28 de enero de 2010

GRIS

Parece que todo marcha, marcha bien 
y algo en mi alma se rompe.

Como si los coches quisieran camuflarse 
algún bicho trepa por el folio en el que escribo
no se qué significa, este sueño  
y este nerviosismo

mientras el cielo plomizo se lo traga todo, 
una y otra vez.

11/04/07 (textos recuperados)

lunes, 25 de enero de 2010

EL ÁRBOL AZUL


Miraste como si dijeras:
"aquí yo ya he estado
entre abedules, mirando el pasado
no crece nada más."

LA CHICA QUE SALIÓ DE LA PARED. UN SUEÑO



Los niños no han crecido, han pasado los años y todos siguen siendo chicos... Tienen más años pero en nada han cambiado.

¡¿Si me das el paisaje?! Lo pinto todo de cobre. Soy el alfarero que lleva sus manos manchadas, oxidadas de tanto juntar el agua con el hierro. 
Las montañas caminan en su pensamiento y yo sigo tus pasos por el torno del alfarero. 
Esculpe paisajes vestidos de hielo cuando sueña contigo. Él, un día me lo dijo. Que le daba miedo mirarte de frente. Es porque siempre eliges el mismo vestido. 

Tú sólo fuiste
un sueño que sus manos modelaron, 
aquello que escapa siempre pero antes se cuela por las rendijas del pensamiento.

CUENTO DE NAVIDAD


UN ASIENTO VACÍO
Hay un asiento vacío, Blanca no volverá. 
Hay un pájaro amarillo 
y un jarrón 
una ventana abierta 
el árbol fuera, un melocotonero.

Presagian la llegada de la Noche, 
Buen@ ... 
Y mañana, Navidad.

NECESITO VOLVER A CASA
Todo cuanto recuerdo está allí:
la rueca, la despensa... 
Necesitan descansar. 
La escoba se queja
"esta no es forma de continuar".

Contando las heridas
sin espinas se quedó el rosal.

Una mariposa blanca vuela
oh, blanca ... 
Perra verde, Navidad.