Un día, era carnaval, los papás nos disfrazaron. Paco se vistió de vaquero, Rosa Mari, mi mejor amiga, iba de hada madrina; José, mi novio, era el Zorro (Z), y yo... a mi me disfrazaron de mariposa. Luego estaba Alicia, que iba de enfermera, otras niñas y niños de los que no recuerdo el nombre, así que supongo que por eso tampoco puedo recordar cómo iban vestidos; y Esther la pegona. Se decía así, todo seguido. Qué crueles son los niños... Pobre Esther. Pero no puedo acordarme de qué iba disfrazada.
Tengo en casa el álbum de fotos donde aparece ésta. Voy al salón y lo cojo para buscar el disfraz de Esther. La encuentro: "hada madrina". Esther llevaba un vestido azul con tul y gorrito picudo de hada madrina. Me da un poco de pena Esther -la verdad es que no la conocí en absoluto, como a tanto otros compañeros-, pero en este caso viene a mi mente una idea maliciosa: la que nos espera...
No, no es verdad. A estas alturas es tan probable que Esther sea un Hada Madrina como que yo sea una campestre mariposa. También caigo en la cuenta de que confundí el disfraz de Rosa Mari, debió de ser porque estaba al lado de Esther e iba vestida también de azul, un traje muy bonito que no sabría decir si era de princesa o el traje que, de estar en el armario, elegiría toda niña (con buen gusto)...
Bueno, espero que Esther no le diera un pellizco a Rosa Mari antes de que nos hicieran la foto, aunque eso explicaría la expresión de su cara. Yo no quise salir con las demás niñas, no me convencieron para que me separara del pobre José Joaquín (no doy más señas de identidad).
(¡)Atención a la cara de Paco el vaquero (el novio de Rosa Mari que de vez en cuando intercambiábamos por José) que no tiene desperdicio. En fin, les dejo con la foto. Que se diviertan y juzguen por sí mismos:
"La Guardería: fiesta de disfraces" (José de Cadalso, Madrid 1983)
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