martes, 29 de diciembre de 2009

CAMPANA SOBRE CAMPANA Y SOBRE CAMPANA, UNA




Y hoy que no deja de llover... Me apetecería estar en una pradera de verde hierba, secada por el sol radiante esta humedad: extender las piernas boca arriba, cerrar los ojos y soñar despierta con el cálido astro como si estuviese en mi interior mientras todo lo demás se llena de una paz esplendorosa y extensa.

Ven.

En las bestias, el largo aullido de la noche
aletargado en las cabernas

brota

mas después cesa
y parece no haber existido jamás.

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