"...el rey templo,
Apolo el avieso,
capta la visión
a través del más directo
de los confidentes, la mirada
que conoce todas las cosas.
Las mentiras no las aprehende,
ni dios ni hombre le engaña
con obras ni con designios."
Y aquello que en otro tiempo fuera vida sucumbió a los designios de la Era divina.
Todo empezó estando una tarde sentada viendo la televisión, retransmitían en directo cómo una mole, de diámetro impreciso y metro ochenta de alto, se instalaba en la entrada de la casa unifamiliar de los Steven & Jonhson. Para ver si se movía, le dieron un trabajo que ésta desempeñaba con la precisión de un reloj suizo y la eficacia de una escabadora, que desafortunadamente aunque de forma previsible, comenzó a destruir todo lo que encontraba a su paso.
(Véase unas cuantas líneas más abajo el extraño caso de una ensaladera y los guardias civiles que van por la carretera -Manual de instrucciones para usuarios)
¡No en vano su inteligencia se había convertido en una opaca y negra superficie del todo ciega!
- Ni las nubes ni los prados, todo limpio y desinfectado- alcanzó a decir antes de que los abriles se esfumaran de sus labios.
- ¡Salud! Dijeron luego los niños.
Y las luces se apagaron, pues esto es lo que pasa cuando estornuda la abuela, que todos aplauden menos ella.
Manual de Instrucciones para usuarios: Para saber que opinan una ensaladera y los guardias civiles que van por la carretera ir a la cocina y abrir la nevera.
Los Guardias Civiles: - Qué espanto, qué osadía.
Una ensaladera: no dice nada, las ensaladeras no hablan.
miércoles, 20 de mayo de 2009
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1 comentario:
Querida detective salvaje:
¡Me he perdido!
Un abrazo
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