Nos engañaron con las rosas, no son rojas ni amarillas (¿lo serán las niñas?). Veinte rosas se han secado en una caja de cartón de un cuarto que yace vacío al otro lado de la ciudad, alguna madre ha reinventado otro exilio.
Y tú prefieres no pensar, prefieres llamar cualquier otro día, demasiado tarde o demasiado pronto. Será imposible que nos veamos la próxima vez.
Marzo 23/ 2001:Desde el incendio no han dejado de producirse fallos en cadena. La vida de la Mir tocará pronto su fín. Será destruida de forma controlada. Antes de desintegrarse en la atmósfera saldrá de órbita, posteriormente, morirá. Sus residuos caerán en el Pacífico. He caminado sus laberintos durante trece largos años, nuestro planeta es sólo un minúsculo puntito desde aquí. En pocos minutos, el estadounidense Andy Thomas y yo, Valentina Tereshkova, subiremos al transbordador espacial Discovery. Regresamos a la Tierra.
Agosto 1/ 2001: Si bien es sabido el actual paradero de la estación Mir, cuyos tornillos, engranajes y demás complejos artilugios fueron utilizados para la reconstrucción del Muelle Principal en la Ciudad de los Niños Perdidos, hasta ahora ha sido imposible localizar a sus últimos tripulantes. Las imágenes captadas el 23 de Marzo parecen indicar que su nave puso rumbo al Sur y que así lo indicaba la brújula de Andy Thomas, pero que su intención era muy otra, también se sabe. ¡Rumbo al Norte! Fueron las palabras de Tereshkova antes de perder la señal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario