sábado, 30 de enero de 2010

LOS ÁNGELES DE LA GUARDA



Caminábamos por una de esas calles sucias y estrechas del centro hacia alguna parte. Sin cambiar en nada el tono de la conversación, que a mi me seguía pareciendo tortuoso, y sin mirar hacia ningún otro sitio, me preguntaste: ¿Crees que existen los ángeles de la guarda? Me pilló desprevenida, como quien come palomitas, que precisamente tú, salieras con eso. Entonces no supe qué contestar. Supongo que en el fondo pensé que no hacía ninguna falta responder a alguien que hacía este tipo de preguntas que no me cuestionaba jamás.

Se sucedió un inquietante silencio. Levanté la vista hacia el cielo esperando las primeras gotas de lluvia justo en el mismo momento que un avión volaba por encima de nosotros. 

No son los que se van, terminé al rato. Creo que eso es lo triste, la gente que tiene una muerte temprana e injusta desaparece y no puede volver más, ni siquiera los recuerdos que tenemos de ellos les pueden acercar un poco. Es horroroso que simplemente ya no estén.
 
Me daba miedo seguir hablando pero como no me escuchabas, añadí: Pero si existieran, tenlo por seguro, creo que se parecerían a ti.

Eso fue lo que no te dije en aquel momento y lo que me siguió quemando por dentro durante mucho tiempo. Hoy, viendo una película, me he acordado, y los recuerdos eran tan vivos que he sentido que nada había cambiado, con una salvedad: es imposible que vuelva a ser igual. 

Igual que aquel avión, hemos dejado muy lejos el aeropuerto y la torre de control, volamos entre la neblina, las nubes y el frío invernal. Quizás sea el momento de responder a tu pregunta.

2 comentarios:

La gota de rocío dijo...

lamentablemente muchas veces se llega a destiempo, y no pensamos en decir lo que sentimos hasta que ya es irrecuperable. me parece una historia muy bien escrita y llena de misterio. magnífico tu modo de escribir. saludos

Aire El Funambulista dijo...

lamentablemente no nos damos cuenta antes, claro. Gracias por el cumplido y por ayudarme a seguir tirando de la madeja...

un abrazo